La historia de Soroa comienza en 1856 cuando los hermanos españoles Lorenzo y Antonio Soroa Muñagorri llegan a esta región. Emprendedores y con la ilusión de hacer fortuna, adquirieron inicialmente el cafetal La Merced, para luego comprar otros cafetales como Neptuno, San Luis y San Ramón de Aguas Claras. La zona, que con el tiempo se fue identificando con su apellido, se convirtió en un importante centro cafetalero en la Sierra del Rosario. Además, Soroa fue escenario de una relevante batalla durante la Guerra de Independencia de Cuba, y en sus alrededores aún pueden apreciarse las ruinas de los antiguos cafetales, testigos del desarrollo agrícola y social de la región.

Por otro lado, la historia del Orquideario de Soroa se remonta a 1943, cuando el abogado canario Tomás Felipe Camacho fundó el Jardín Botánico impulsado por su amor por las orquídeas, flor favorita de su esposa. En 1948 se importaron las primeras orquídeas al orquideario, y desde entonces se ha convertido en la colección más grande de Cuba con más de 700 especies y alrededor de 20,000 ejemplares, incluyendo muchas especies endémicas. Este jardín botánico no solo representa un punto de conservación y estudio para la flora cubana, sino también un atractivo turístico de renombre mundial, situado en el corazón natural de Soroa.

Así, Soroa conjuga su legado histórico ligado a la agricultura cafetalera con su riqueza natural y científica, representada en el orquideario, que juntos forman un patrimonio invaluable para Cuba y sus visitantes.

El Orquideario es el mayor jardín botánico dedicado a las orquídeas en Cuba y uno de los más importantes a nivel mundial. Ubicado en un pequeño valle junto al río Manantiales en el municipio de Candelaria, dentro de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rosario, este orquideario alberga más de 20,000 ejemplares que representan alrededor de 700 especies de orquídeas, incluyendo 130 especies autóctonas cubanas. Fue fundado en 1943 por Tomás Felipe Camacho, un abogado canario que dedicó el jardín inicialmente a las orquídeas en honor a su esposa e hija, y ha crecido hasta convertirse en un sitio emblemático de conservación, investigación y exhibición botánica.

Entre sus especies más notables se encuentran orquídeas cubanas endémicas de géneros como Encyclia, Epidendrum, Ionopsis, Bletia, Brassia, Cranichis, Tolumnia y Vanilla, conocidas por sus flores pequeñas, atractivas y fragantes. Destaca la Encyclia bocourtii, descubierta en la Sierra del Rosario a finales del siglo XX, así como la Prosthechea cochleata, conocida como orquídea negra, uno de los emblemas del jardín. Además, el Orquideario cuenta con numerosas orquídeas exóticas traídas de varias partes del mundo y un entorno que incluye más de 70 especies de árboles que favorecen el cultivo y protección de estas plantas, así como una variada colección de helechos, begonias, anthuriums y otras plantas ornamentales. Todo ello crea un paisaje colorido y lleno de vida, que cautiva a visitantes y expertos por igual.